Arte Floral
Floristería para la creación del arte floral
El Arte floral o conocido también como ikebana, es la composición de motivos decorativos, fundamentalmente por medio de flores, aunque también se usen para ello las ramas, algunas semillas, sus propias hojas o los frutos frescos o secos.
Éste, además de su propósito estético, también es muy utilizado como un método de meditación.
Ya que dicen está conectado con el flujo de las estaciones y los ciclos naturales de la vida, todo íntimamente relacionado.
El hecho de que las obras de este arte sean efímeras, y debido al material de que están hechas, lo convierten en un acto de reflexión sobre el paso del tiempo y la fragilidad de los objetos.
Su origen, de más de 500 años de historia, fue principalmente religioso, pero actualmente se ha exportado a todo el mundo, y se ha convertido en una especie de hobby relajante.
Como artistas de las plantas y flores te creamos su maestría floral adaptada al entorno en el cual se colocará.
Nuestros peritos floristas crearán belleza y armonía con elementos completamente naturales.
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La creación de hechuras florales es una bella forma de alegrar y decorar nuestro espacio.
No obstante también, como cualquier forma artística, es una grata forma de expresar y transmitir sensaciones y profundos pensamientos por medio del lenguaje de las flores y de las plantas naturales.
Es por ello que los componemos para todos nuestros clientes, siempre bajo demanda uno a uno en especial.
Para eso te decoraremos, adaptando los materiales en particular para conseguir el ornato en diferentes ambientes o celebraciones, dependiendo de las necesidades específicas de cada momento.
Historia del arte floral, conocido como Ikebana
La palabra japonesa “Ikebana”, significa literalmente arreglo floral, la cual se basa en ciertos principios artísticos que lo caracterizan y que además son reconocidos mundialmente.
Es una de las artes más tradicionales del Japón ha sido practicada desde hace ya más de 600 años.
El sintoísmo, la religión original de Oriente, surgió como una expresión de la admiración ante los fenómenos de la naturaleza como el sol, el agua, las rocas, los árboles e incluso los sonidos de la naturaleza.
Su rasgo más sobresaliente, el que diferencia el arreglo floral japonés de todos los restantes órdenes florales es que.
Antes bien que la apreciación de la forma y el color, el amor por las formas lineales, tan característico de todo el arte oriental.
Tatebana ("forma floral vertical original") fue el estilo -mejor conocido como Rikka- que comenzó a estar de moda y que competía con el arte floral de la propia Corte Imperial.
La gente común en ese momento, comenzó a prosperar económicamente debido a la estabilidad social que reinaba en aquella época, así que comenzaron a rivalizar con la nobleza poniendo exhibiciones de arreglos florales Ikebana.
De esas exhibiciones surgieron las asociaciones que son los antepasados de las escuelas tradicionales del japón.
Cuando el Rikka comenzó a tener reglamentos, en estos momentos la ceremonia del té se puso de moda.
A través de los siglos, el concepto ikebana, arte floral ha ido variando con el tiempo, han ido surgiendo varias escuelas, los estilos y forma de verlos cambiaron y el arte floral Ikebana era practicado ya en todos los niveles de la sociedad japonesa, independientemente de su estatus social.
Actualmente, en la mayoría de las escuelas japonesas, la tradición y el simbolismo de la escuela Ikenobo afortunadamente persisten.
La filosofía y conceptos religiosos originales de éste aún no son olvidados en muchas de ellas.
Desde haber estado enfocado a ser una tradición meramente ceremonial-religiosa, luego fue dominada por la nobleza y en la actualidad es un concepto moderno mayoritariamente laico con fines decorativos.
La línea Ikebana es sencillez, tiene dimensiones, proporciones, armonía.
Al comenzar el arreglo floral ikebana, se toman en cuenta las tres líneas básicas que simbolizan al Universo, el cual es representado con tres ramas las cuales expresan el Cielo, la Tierra o al hombre, que en algunas escuelas se les llama ramas-símbolo que representan a un microcosmos y que pueden ser ramas de cualquier árbol que lo simbolize.
Luego se agregan tres flores principales que acompañan a las tres ramas que son mayores que las flores y que combinan con sus colores dando armonía a todo el arreglo.
Al final, se termina el ikebana añadiendo el follaje que dará un equilibrio y a la vez se aprovecha para cubrir la base del picaflor o kenzan.